Emilio de la Rosa
Emilio de la Rosa

Es uno de los mayores teóricos y expertos en Historia del Cine de Animación. Autor, sólo o en colaboración, de varios libros sobre este género, entre los que se encuentra el trabajo de investigación Cine de animación en España 1896-1996 (con H. Vivar; Filmoteca Española, Madrid), que se encuentra pendiente de publicación. Ha sido director de la extinta revista dedicada al cine de animación Muittu (de la que se editaron ocho números), es colaborador habitual de la revista Cinevideo 20 y ha escrito numerosos artículos sobre el género en distintos libros de cine.

Ha organizado y programado diversas retrospectivas en festivales de cine en nuestro país y en Francia, ha sido miembro del comité asesor de Animateruel-Festival Internacional de Cine de Animación de Teruel (desde 1992 hasta 1995) y del Festival de Cine de Alcalá de Henares (desde 1997 hasta 2000), y es asesor y programador de Animadrid-Festival Internacional de Imagen Animada de Pozuelo de Alarcón/Comunidad de Madrid, desde su primera edición.

Debuta como realizador con el cortometraje Cuentos de la “a” (1989), co-realizado con Emilio Lujan y Ángeles Canalejo, y con el Colectivo Nada Que Ver codirige, entre otros, Balada a Benito (1992) o Pena máxima (1994).

Desde 1998 es Profesor de Historia de Cine de Animación en la Escuela Superior de Dibujo Profesional (ESDIP), donde también se encarga de la producción y coordinación de los cortometrajes de fin de carrera, además de codirigir algunos de ellos, como Noche de ronda (2002), Nuevas islas (2003) o A por todas (2005).

De la Rosa, Emilio

Dibujo de Emilio Luján (Director de ESDIP, escuela de Arte)
Dibujo de Emilio Luján (Director de ESDIP, escuela de Arte)

Llegó a la animación casi por casualidad en una década en la que en este país la información sobre el arte de la animación era casi inexistente y ha dedicado su vida profesional a promocionarla por medio de libros, artículos y conferencias, mientras la animación independiente pasaba del súper 8 y el 9 y medio, por el vídeo doméstico y llegaba al soporte digital, que ha democratizado el medio, dotándolo hoy de factura profesional.

Durante los 30 años que ha durado esta evolución, de la Rosa ha trabajado como asesor en los contados festivales de animación que han existido en nuestra geografía, como los antiguos Animabasauri o Animateruel o los que aún se celebran, como Animadrid, e incluso para algunos programas de las televisiones públicas y privadas. Es difícil calibrar hasta qué punto ha sido importante que una persona como él haya sido quien seleccionara y preparara tantas sesiones especiales y retrospectivas. Gracias a su gran interés por lo diverso, por todas las técnicas sin excluir ninguna, por las culturas y su expresión desde abajo, desde los animadores independientes que trabajan en sus casas en todos los países del mundo, hemos podido ver la mejor animación independiente europea, canadiense, cubana, norte y sudamericana, africana, de Oriente Medio y oriental.

Toda esta información ha sido un tesoro, tanto para los animadores independientes como para la industria, de modo que la siguiente generación ya nace sabiendo que existe esta arte, que es un arte digno, que cada año se producen maravillas en todo el planeta y que dedicarse a ello no es algo tan marciano como en los años 70.

Begoña Vicario
Profesora de Animación en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en Bilbao. Ha producido y realizado diversos cortometrajes de animación, organizado eventos en este campo y escrito varios libros sobre este tema

1. Lo mejor del mundo del cortometraje es… que se hacen cortometrajes.

2. Lo peor del mundo del cortometraje es…, en el caso de la animación que los estamentos culturales de este país, (críticos, exhibidores, instituciones, etc.) desconocen sus códigos y sus particularidades especificas.

3. Los cortometrajes españoles de animación en el exterior… No lo conozco muy bien, pero creo que son bastante respetados. En el caso de la animación, poco a poco se va entrando, pero aún le queda bastante.

4. Gracias al cortometraje yo… Sin los cortos sería en el cine como si no existieran los cuentos o la poesía en la literatura.

5. La animación en el Estado mejoraría si… Cuando aprendiéramos a entenderla y sobre todo a no empeñarnos en hacer sucedáneos. Está claro que esta sugerencia se dirige a la animación industrial o comercial. En cuanto a los cortos de animación, lo que necesitan son más dinero y sobre todo que los estamentos oficiales entiendan que la animación es cine también.

6. Un cortometraje que me marcó fue… Les mistons, de F. Truffaut ; L’homme qui plantait des arbres, de Frederic Back.

7. Internet. Es el futuro y si no le ponen cotas, la socialización de la información y de la cultura

8. El futuro de la animación… será igual que su pasado y su presente, un género audiovisual en el que el cine se fusiona con las distintas artes.

9. Un deseo para el mundo del cortometraje. Que se siga haciendo no como un aprendizaje para pasar al largo, sino por sí mismo.

10. El cortometraje. Es una manera de expresarse con imágenes, sin miedo al metraje. Su fin en sí mismo es que para narrar o emocionar, no hay un tiempo estipulado. En la animación el cortometraje es casi el metraje ideal para sumergirse en historias o sensaciones visuales, sin excusas.

Emilio de la Rosa