Logo de La Seminci
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La Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) comenzó a andar como Semana de Cine Religioso en la primavera de 1956, el 20 de marzo, de la mano de la delegación del Ministerio de Información y Turismo, con el objetivo de prolongar la estancia de quienes visitaban la ciudad del Pisuerga durante la Semana Santa. Tras dos ediciones no competitivas, en 1958 comenzaron a entregarse premios y adquirió carácter internacional, y en 1960 se creó la Espiga de Oro, principal galardón del certamen en la actualidad, que aquel año ganó Truffaut por Los 400 golpes. Tras varios cambios de denominación, en 1973 adoptó su denominación actual, y en 1978 comenzó a celebrarse en los últimos nueve días de octubre.

El festival se caracteriza por programar un cine de autor apegado a la realidad, con un cierto poso humanista y que apuesta por promover a los nuevos talentos a la vez que recupera los últimos trabajos de los realizadores más consagrados.

La Espiga es el trofeo por el que compiten las cintas que participan en la sección oficial, dotado con un premio de 50.000 euros para los largometrajes y 10.000 euros para los cortometrajes. Un premio ya clásico que han recibido algunos de los más importantes realizadores de las últimas décadas, cuya entrega tiene lugar en la gala de clausura que se celebra en el Teatro Calderón.

En 2010 celebró su 55ª edición.

www.seminci.com

Director:

  • Javier Angulo
  • Dirección Administrativa y Secretariado del Patronato:
  • Javier Rodriguez Busto
  • Comité de Dirección:
  • Denise O’Keeffe (Adjunta al director y gestión de películas)
  • Elena Nistal (Gestión de películas)
  • Luisa Carbajosa (Comunicación y prensa)
  • Luis Alberto Martínez (Documentación y publicaciones)
  • Blanca Visa (Secretaría técnica y de dirección y gestión de invitados)
  • Administración:
  • Soledad Roldán (Jefa de administración)
  • Cristina Gutiérrez (Secretaría de la gerencia)
  • Seminci

    Semana Internacional de Cine de Valladolid

    Sede central del festival
    Sede central del festival

    La Seminci es un festival muy especial para mí, por diversos motivos. El primero, porque allí estrené mi primer cortometraje Lo siento, te quiero, y este año he podido repetir con el segundo, A o B.

    Recuerdo la experiencia del primer estreno como si fuera ayer; llegué muy nerviosa, con muchos miedos y me encontré con una sala llena (que yo imaginaba vacía), con un público muy receptivo y viviendo una noche mágica e inolvidable. Me impresionó también la atención por parte de la organización y de la prensa del festival hacia nuestra sección. Es muy bonito ver que un festival de enorme prestigio internacional guarda un lugar especial donde apoyar y promocionar a los jóvenes cineastas españoles con la sección La noche del corto español.

    Pero no sólo por eso es especial para mí la Seminci; también lo es como espectadora y amante del cine, por lo que significa, hoy en día, un festival como este. Un festival donde las estrellas son las películas, donde lo importante es el cine, donde en sus selecciones siempre encuentras un cine con voz propia y, aunque a veces minoritario, esencial.

    Valladolid se convierte durante unos días en un pequeño oasis donde las películas y cortometrajes nos susurran cosas al oído que, normalmente, con el estruendo de las grandes campañas de marketing no podemos oír.

    Larga vida a la Seminci.

    Leticia Dolera
    Actriz y directora. Presentó en la Seminci su primer cortometraje Lo siento te quiero, en el año 2009. En la siguiente edición del festival estrenó en la misma sección, A o B, con el que ganó el premio al mejor corto español

    1. Para nuestra ciudad el festival es… uno de sus principales referentes, tan importante para la oferta cultural de la ciudad como para su proyección en el exterior, gracias a un prestigio consolidado a lo largo de más de 50 años.

    2. Una edición importante para nuestra historia fue… En la 18 edición, el festival perdió la denominación de “cine religioso y de valores humanos”, para convertirse en la Semana Internacional de Cine de Valladolid. En la 29 Semana fue clave la llegada a la dirección del festival de Fernando Lara, que revitalizó el festival y se mantuvo al frente del mismo durante 20 años.

    3. Los espectadores de nuestro festival… se movilizan durante toda la Seminci, llenan las salas y participan activamente. Son además un público crítico y exigente, que busca la calidad cinematográfica por encima de todo.

    4. Lo mejor del mundo del cortometraje es… la enorme variedad de las propuestas y la posibilidad de descubrir nuevos talentos que vuelcan en sus trabajos toda su energía y pasión, apelando directamente a la reacción del público sin depender de los condicionantes del mercado.

    5. Lo peor del mundo del cortometraje es… que prácticamente no existan canales de distribución aparte de los festivales, lo que limita muchísimo la capacidad de los espectadores de acceder a ellos.

    6. Nuestro festival mejoraría si… pudiésemos disponer de un presupuesto más holgado que permitiera proponer nuevas iniciativas, y si existieran en la ciudad salas céntricas de mayor aforo.

    7. Internet. Es el futuro, y va a modificar completamente los modelos de distribución cinematográfica existentes, abriendo nuevas oportunidades a los cortometrajes o a los largometrajes minoritarios y poniendo a disposición del público una oferta cinematográfica mucho más amplia y diversa.

    8. El futuro del festival… pasa por continuar atrayendo a los grandes autores ya consagrados y seguir apostando por los nuevos realizadores, buscando películas con una mirada distinta y personal, obras comprometidas con la realidad de nuestro tiempo, capaces de llegar al corazón de los espectadores y hacerles reflexionar sobre lo que les rodea.

    9. Un deseo para el mundo del cortometraje. Sería que consiguiese canales de distribución que permitiesen ver los cortos fuera de los festivales. Sería muy interesante que se pudiesen proyectar en salas comerciales antes de largometrajes de similar temática o estilo.

    10. El cortometraje. Es ya un formato con personalidad propia, con una factura técnica que ha mejorado con los años hasta igualar a la del largometraje, y que ofrece la posibilidad de experimentar con todo tipo de fórmulas y recursos narrativos.

    Jaime Alonso de Linaje Verdugo